
Aquel chico del sombrero caminando perdido, se sentía bien…una mueca con cierto desprecio y un andar valiente, quizás nunca llegaron a comprenderle o nunca llego a comprenderse…pero estaba vivo…lo sé.
Muertos sacados de ultratumba, el último renacer…Ahora todos parecían temerle y un sentimiento como nunca antes habría sentido nacía en su interior…
Algunos conocieron su historia, nadie quiso llorar cuando marchó, nunca comprenderán que sucedió realmente, pero no nos entristezca su historia, puesto que esta quedo enterrada a cuatro metros bajo tierra. Aquellos que vigilaban aquella noche el cementerio fueron testigos de esto. Un ataud forzosamente abierto. Alguien quiso robar el cuerpo de ese pobre chico. O quizás no...
Aunque nunca comprobaron sus latidos, todo el pueblo acudió a su entierro. Noticias así no dejan indiferente a nadie en un pueblo tan chico como ese.
Así con miedo a crear la desesperación , aquellos tres vigilantes enterraron de nuevo el ataud y junto con él, lo único que encontraron…una trágica historia.
Yo mismo me encargué de enterrar bien aquella lapida, quisimos enterrar en el olvido aquello que temíamos. Un muerto caminaba entre nosotros y ni siquiera recordaríamos su cara.
Yo llegue a conocerlo en vida y cuando marchó quise ser vigilante del cementerio. Algo me decía que aquel chico no había fallecido , nadie quiso creerme y continuaron con la ceremonia.
Así durante meses pude oir como una voz gritaba desde el interior de aquella tumba, el miedo me paralizó y nuca hice nada para socorrerlo…
Con un apretón frío de manos, hoy cedí mi puesto…
Después de lo sucedido ninguno de los vigilantes nos atrevimos a mencionar palabra aunque seguimos con la vigilancia. Pero hace dos noches algo me hizo renunciar…Me encontraba solo, caminando entre nichos y panteones, nunca me había parado a observar aquellas fotos y nombres ocultos tras flores de plástico. Algo parecía extraño, cada cara y cada nombre me resultaba familiar y antes de descubrir nada, sentí como el alma se enternecía…el tiempo se paró por un instante y cuando pude abrir mis ojos de nuevo, alcancé a ver junto a un árbol una mirada conocida,un guiño y una sonrisa. Solo me atreví a sentarme a ver como aquel chico se marchaba, caminando centímetros por el suelo...sintiendo como parecia estar mas vivo que yo mismo…